Pendientes pequeños

Los pendientes pequeños son eso, los "pequeños de la casa". Una pieza diminuta pensada para diminutas orejas. Normalmente son las niñas las que se enamoran de estos pendientes pero también se los llevan personas adultas que se atreven con un toque divertido. Incluso hay por ahí un chico, uno sólo que yo sepa, que lleva en su oreja un gusanito de color verde.

Cada pendiente se modela, se deja secar... ¡y se pinta con mucha paciencia y pulso!. Van colocados sobre una base de plata y no importa que te duches con ellos, resisten bien el agua. Hay muchos donde elegir, gusanitos , caracoles, estrellas, mariquitas, corazones, lunas, flores, peces....!hasta huevos fritos!

Espero que os gusten.

Esperando el color

Es una inmensa suerte disfrutar con tu trabajo.

Encargarte de la totalidad del proceso es algo muy especial. Comprar los materiales, organizar los tiempos de trabajo, diseñar las piezas, modelarlas, esperar su secado, dar color, montar las piezas, preparar sus envoltorios....contactar con clientes, acudir a ferias a vender personalmente cada creación...y , cómo no , este nuevo trabajo de comunicarme con vosotros de forma virtual.

Cada pieza que sale del taller lleva mi sello personal, mi dedicación y mi mejor energía. Me encanta formar parte de todo un proceso, conocer, valorar y estar presente en cada paso.

Hay un parte de la que disfruto especialmente, es cuando un grupo de muñecas ya secas esperan su turno para ser pintadas. Siempre las pinto en grupos de cinco, no sé, manías que se van adquiriendo. Me encanta verlas, esperando...parece que todas me miran :"¿cúando me toca a mí?" "¿me vas a pintar de azul?" "!cuidado!, no te confundas de sombrero que ese no es el mío"...es el momento en el que parece que empiezan a cobrar vida