Ayer encontré un montón de pequeños tesoros, revisado una vieja máquina de coser apareció una caja metálica que guardaba todas estas maravillas.
Me encanta descubrir cosas que llevan años cerradas, tijeras, hilos, un metro y unas agujas de "fabricación española", unos corchetes de "calidad garantizada inoxidable", que bueno, ya están un poco oxidados...y unos maravillosos botones de nácar y hueso, todos son diferentes y tienen un tacto muy especial, para mi son joyas, objetos que ya nadie fabrica.
Y aquí estoy, dando vueltas al nuevo uso que van a tener esos increíbles botones, porque no pienso volverlos a meter en la caja y que alguien los encuentre dentro de otros 50 años.
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